Nuestra sociedad ha avanzado hasta convertir la tecnología en algo indispensable en nuestro día a día, ya sea en el ámbito de trabajo o de ocio. Todos usamos a diario dispositivos y aplicaciones móviles, navegamos por la web, enviamos correos, consultamos las noticias, chateamos, visualizamos videos y muchas más actividades, pero ¿significa eso que conocemos la tecnología los riesgos que supone, la lógica que hay detrás, el esfuerzo que conlleva realizar una aplicación?

El desarrollo y uso de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) conlleva una enorme responsabilidad, sobre todo cuando hablamos en términos de privacidad y seguridad. Todos estamos expuestos en el momento que nos conectamos a internet, y es por eso, que es fundamental disponer de unos conocimientos mínimos que nos permitan defendernos ante las amenazas de la red.

Y este primer paso de aprendizaje comienza en los colegios, en las aulas de educación primaria y secundaria.

La pandemia que vivimos ha puesto de manifiesto las carencias actuales de los colegios en relación con la aplicación de la tecnología y la interacción alumno/profesor con las herramientas digitales. Su uso, en la mayoría de las ocasiones, se limita a la impartición de una clase magistral por videoconferencia, realizar un PowerPoint o un examen tipo test. Y lo que es más preocupante, muchas veces generando un entorno de tensión y dificultades en los propios alumnos y profesores por la falta de experiencia y conocimientos en este sector.

“El problema no es la tecnología, sino la pedagogía”

Esta frase la pronunció Francesc Esteve, profesor de tecnología educativa de la Universitat Jaume I, y es que, a pesar de que los alumnos están muy acostumbrados a manejar la tecnología en su tiempo libre, no aprovechan las TIC en su aprendizaje.

En este sentido, es necesario llevar a cabo una formación para el alumno que le permita adquirir conocimientos de informática y aprender a desenvolverse en problemas tecnológicos cotidianos.

En este aspecto, nos encontramos dos grandes problemas: la falta de formación por parte del profesorado para impartir estos conocimientos y un currículo educativo muy cerrado, con planes de estudios y metodologías férreamente preestablecidas y con poco margen de maniobra, enfocado, sobre todo, a la selectividad.

En base a lo citado en el párrafo anterior se nos plantea un interesante debate educativo: ¿Debería ser la asignatura de informática troncal?

La importancia de la informática

La asignatura de informática está presente en colegios e institutos desde hace varios años. Se dispone de aulas dedicadas para dicha asignatura equipadas con ordenadores, pizarras digitales y otros equipos electrónicos, pero en la mayoría de las ocasiones su uso está reservado para limitadas horas a la semana en una asignatura opcional, como pueda ser informática o tecnología.

Entre los objetivos que presenta la educación, uno muy importante es que las nuevas generaciones comprendan el mundo que les rodea y puedan adaptarse y preparase para su vida como adultos; una vida en una sociedad de información digital y tecnológica.

En este sentido, la informática aporta una serie de ventajas adicionales, ya que presenta ciertos aspectos de estudio que favorecen a que el alumno adquiera destreza y habilidad en la resolución de problemas complejos y en la abstracción y estudio de datos, algo que contribuye de manera muy positiva para cualquier carrera que decidieran estudiar en un futuro.

Además, una mayor competencia digital de alumnos y profesores promovería una modernización en material de trabajo y metodología de enseñanza, lo cual posibilitaría una mejor formación de la sociedad española en las TICs y un aumento de competitividad internacional.

Otro aspecto no menos importante es la familiarización de las niñas con las nuevas tecnologías, posibilitando que dichas tecnologías resulten más atractivas desde edades muy tempranas, consiguiendo así un mayor porcentaje de mujeres que deciden estudiar ingenierías de informática o telecomunicaciones, desechando estereotipos de género y disminuyendo la actual brecha salarial.

Aun siendo muy pocos los detractores de introducir la informática en la educación infantil y primaria, es cierto que puede llegar a ser complicado adaptar la asignatura a los recursos de cada colegio. Pero si se introdujera la informática como materia troncal se podrían garantizar unos planes de estudio y unas pautas de aprendizaje comunes; y no depender así del currículo educativo de cada comunidad autónoma.

Conclusión

En la sociedad actual se hace necesario disponer de unos mínimos conocimientos de las TICs que nos permitan conocer la tecnología y el uso que se le puede dar, ya sea bueno o malo, para estar mejor preparados. No paran de crecer los ataques informáticos malintencionados, la privacidad, el ciberbullying, todos ellos problemas a los que deberíamos saber hacer frente, puesto que una gran parte de estos problemas se produce por errores humanos.

Así pues, es necesario abordar la informática como una asignatura tan importante como las troncales ya existentes. Es importante que el alumno pueda familiarizarse con conceptos de ciberseguridad, privacidad, configuración de dispositivos y poder evitar y sobreponerse tanto a los peligros más comunes que acechan a un usuario en la red como a las dificultades diarias con el uso de herramientas y tecnologías profesionales.

Integra, consciente de esta situación, está preparando una serie de talleres tecnológicos para el aula, con carácter gratuito para que los profesores de los centros cuenten con contenidos adicionales para ser impartidos en el aula. También, y en la línea de fortalecer la información y conciencia de los riesgos que el uso de la tecnología provoca, desde Integra estamos convocando continuamente a webinares sobre Ciberseguridad y cumplimiento normativo y desarrollando servicios y productos que permitan al cliente estar más protegido. Si tiene alguna duda o pregunta, entre en contacto con nosotros.

Madrid, 14 de mayo de 2021

Javier Calvo
Ingeniero de SistemasDpto. de ISP y Seguridad
Integra Información y Comunicación S.L.